miércoles, 14 de noviembre de 2012

Un día cualquiera



                                                         


La mayoría de días no tienen nada de especial, pasan, no se cuentan, no impactan, no marcan ningún momento que merezca la pena recordar, pero aquel día de febrero... Era como un sentimiento completamente nuevo, es increíble lo que puede cambiar tu vida de un día a otro, simplemente porque otra persona se cuele por alguna raja de tu corazón. Aquel sábado ella no esperaba nada especial, que el día sería la misma rutina de a diario, esperar al día de mañana y así sucesivamente. Pero en el momento menos esperado, esa persona apareció y le robó el corazón y lo guardo para él. Era como si le hubiesen dado la vuelta al mundo, que hubiesen cortado la cuerda que la mantenía fija al suelo. Se sentía libre con él, capaz de hacer cualquier cosa mientras él le sujetase la mano. Se le olvidaba el resto del mundo cuando estaba a su lado, se sentía la persona más afortunada del mundo por ello. Entre sus brazos se sentía segura, sin que nada pudiese dañarla, apartaba sus pesadillas mediante susurros, dió un cambió a su forma de pensar, hizo que su corazón latiese de nuevo, encontró un mundo dentro de sus ojos y supo valorar cada detalle que ignoraban de ella. La hizo sentir única y querida, le dió los meses más felices de su vida, y ella desea que su historia no llegue al final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario