Un año se va, otro que empieza.

El tiempo avanza en una imparable cuenta atrás, los momentos pasan y no se pueden recuperar, pero en cada año residen todos los recuerdos que tu corazón es incapaz de olvidar. Hay años buenos, malos y simplemente años que pasan sin contar, pero cada uno tiene momentos que se quedan grabados en nuestra memoria. Mi año ha acabado de forma muy distinta de la que comenzó, ha habido cambios muy notables, desilusiones pero también alegrías. He crecido como persona y he visto que puedo vivir sin lo que creía más importante para mí, a quién le importo realmente y el valor que tiene un buen amigo. En eso se basa cada año, en pequeñas lecciones que nos hacen madurar. Pasa este año agridulce, en el que todas esas personas han demostrado que hay más allá de un pensamiento negativo. Muchos recuerdos de este año que se va, tantos que no podría expresar todo aquí, sin embargo, en los buenos y malos, siempre has estado tú. Gracias a cada persona que ha formado parte de los recuerdos que se quedan en mi corazón, sin vosotros no sé que habría sido de mí. Como propósito para el año nuevo simplemente quiero superarme a mí misma y a las expectativas de los demás, dedicarme a lo que realmente amo, y a ser más positiva con la forma de percibir del mundo. 

De nuevo, gracias por hacer que este año no sea sólo uno que pasa y hacer que vea con buenos ojos el año siguiente.